26-10-2015
La autoestima es, según el Diccionario de la Lengua Española, la valoración generalmente positiva que una persona hace de sí misma.
El tener una autoestima saludable es mucho más ya que contribuye de forma significativa a nuestro bienestar y al buen funcionamiento psicológico e implica (Roca, 2005):
- Conocernos a nosotros mismos, con nuestras carencias y también con nuestras fortalezas y aspectos positivos.
- Aceptarnos incondicionalmente, independientemente de nuestras limitaciones o de nuestros logros, del rechazo o aceptación que puedan venir de otras personas, procurando mejorar aquellas cosas que dependan de nosotros.
- Relacionarnos con las demás personas de forma satisfactoria y eficaz.
- Mantener una actitud de respeto y consideración positiva hacia uno mismo.
- Tener una visión del yo como potencial, teniendo en cuenta que somos mucho más que nuestros comportamientos y rasgos, que estamos sujetos a cambios, y que podemos aprender a dirigir esos cambios, orientándolos a desarrollar nuestras mejores potencialidades.
- Buscar activamente nuestra felicidad y bienestar, siendo capaces de demorar ciertas gratificaciones a corto plazo para conseguir otras de mayor valor a más largo plazo.
- Atender y cuidar nuestras necesidades físicas y psicológicas: nuestra salud, bienestar y desarrollo personal.
Además el tener una autoestima saludable también favorece:
- Un mejor estado de ánimo y estado de bienestar general.
- Una mayor motivación y energía para conseguir metas y superar los fracasos de forma sana.
- Es un factor de protección inespecífico. Es decir, reduce la probabilidad de sufrir problemas de carácter psicológico y social en general.
¿Qué es necesario para tener una autoestima saludable?
- Conocernos y ser conscientes de cómo somos, aceptándonos con nuestras virtudes y nuestros defectos, intentando mejorar aquellos aspectos que dependan de nosotros.
- Valorarnos de forma positiva.
- Aceptar nuestros errores y fracasos como algo natural de la existencia humana, como aspectos de la vida que pueden ayudarnos a ser mejores.
- Proponernos metas realistas y alcanzables, ya que las metas demasiado elevadas puede conllevar sentimientos de frustración. Mejor metas moderadamente elevadas que tengan un nivel de exigencia algo superior a nuestro nivel de desempeño habitual.
- Reconocer nuestra propia valía y el mérito de ser amado y respetado por los demás.
La autoestima es un concepto complejo y con múltiples aristas por lo que lo aquí esbozado es una forma sencilla y clara de explicarla pero no agota toda la riqueza de su significado, ya que por ejemplo una autoestima muy alta no siempre mejora el rendimiento académico o los desempeños laborales y puede fomentar el narcisismo por lo que puede ser desadaptativa. Por el contrario una autoestima moderadamente baja puede ser adaptativa cuando por ejemplo reviste la forma de modestia o cautela.
Si lo deseas puedes mandar tus consultas al siguiente correo: psicopalancia@gmail.com y en menos de 24 h. te responderé personalmente. Francisco Ronda Guillem. Psicólogo Sanitario. Colegiado CV-09038.