LOS BENEFICIOS DEL SILENCIO SOBRE LA SALUD

 

8 de febrero de 2020

En el post de hoy quiero hablaros sobre los beneficios que el silencio aporta a nuestra vida y cómo el mismo puede contribuir a nuestra salud y bienestar, ya que creo que en muy pocas ocasiones encontramos o buscamos situaciones que propicien la tranquilidad, el sosiego y el silencio. Estoy convencido de que el silencio bien utilizado, puede contribuir de forma significativa a mejorar nuestra salud y  bienestar.

Antes de ello quiero contextualizar el silencio haciendo referencia a su opuesto, los sonidos y ruidos que nos rodean. La verdad es que vivimos rodeados de ruido, ya que no podemos abstraernos de él en la vida cotidiana, el ruido está presente en nuestra casa, en el trabajo, en la calle, en los restaurantes o bares, en nosotros mismos, con una gran cantidad de pensamientos que van y vienen, etc. A veces buscamos actividades de gran bullicio, ya que queremos o necesitamos animarnos, distraernos o animar/distraer a otras personas, buscamos experiencias emocionantes o situaciones que nos ayuden a ello, lo cual es necesario y conveniente en muchas ocasiones para ayudarnos a sentirnos mejor, y por lo tanto, algo que puede contribuir a nuestra salud. Por el contrario, cuando el «ruido» es interno o externo a nosotros mismos, proviene del exterior o de otras personas y no lo podemos controlar, es mucho más molesto, de hecho, es el que más nos molesta, aunque en decibelios pueda ser inferior al que podemos soportar cuando lo elegimos nosotros de forma voluntaria, como cuando vamos a una fiesta, a una discoteca, cuando escuchamos música a todo volumen en los auriculares, cuando tenemos un volumen más elevado en la TV, en los conciertos, etc. Es decir, cuando nosotros tenemos el control, podemos elevar la voz o gritar incluso a veces, escuchamos música a un fuerte volumen, hablamos en voz alta por el móvil como si estuviéramos solos, subimos el volumen de nuestro equipo de música, sin tener en cuenta si molestamos o no a los demás, como nosotros estamos a gusto o lo estamos disfrutando; por el contrario, cuando estamos tranquilos en casa, necesitamos concentrarnos o queremos descansar, cualquier ruido por pequeño que sea nos puede resultar molesto o muy molesto, según el umbral de sensibilidad que tengamos al respecto y del grado de controlabilidad que tengamos sobre el mismo,  nos puede causar más o menos malestar y en determinados contextos, puede producirnos un elevado nivel de estrés, como por ejemplo les ocurre a muchas personas que viven cerca de las vías del tren, de una zona con mucho tráfico, cerca de un aeropuerto, o de unos vecinos tal vez excesivamente ruidosos.

Pero, qué es el silencio, según la RAE, en su primera acepción es la abstención de hablar y en la segunda, la falta de ruido (el silencio de los bosques, del claustro, de la noche). En la primera acepción, el que se produzca un silencio y por tanto no haya sonido, no significa siempre que no haya comunicación, de hecho un silencio apropiado en un conversación  puede ser mucho más potente y sonoro, en sentido metafórico, que las palabras que en muchas ocasiones utilizamos por no saber utilizar los silencios;  no obstante, este no es el tipo de silencio al que me quiero referir en el post de hoy,  el silencio del que quiero hablaros tiene que ver  mas con otro tipo de ausencia de ruido interno y externo, del que he hablado antes, pero que nos puede afectar en mayor o menor medida, en un momento u otro de nuestra vida y que nos puede ayudar a sentirnos mejor y contribuir con ello a nuestra salud y bienestar. En este contexto y antes de comentaros algunos de los beneficios del silencio para nuestra salud, no quiero pasar por alto otro tipo de ruidos, no siempre sonoros, que en ocasiones erosionan nuestro bienestar, ya que saturan nuestra mente y cerebro y por lo tanto pueden ser perjudiciales para nuestra salud. Me refiero a la gran cantidad de informaciones que recibimos hoy en día a través de distintos medios, móvil, TV, radio, redes sociales, periódicos, etc. con una gran cantidad de ruido, es decir, informaciones irrelevantes o falsas, bulos, fake news (noticias falsas que contribuyen a la desinformación), informaciones por otra parte imposibles de asimilar y de las que es difícil  discernir el grano de la paja. Seamos críticos con las informaciones que recibamos y no nos creamos cualquier cosa que oigamos o leamos porque la comparta mucha gente o porque tengan  miles seguidores. De hecho una mentira, por mucho que se repita no se convierte en una verdad, opinión opuesta a la que mantenía Goebbels, mininistro para la Ilustración Pública y Propaganda del Tercer Reich. Asegurémonos de quién es la noticia, cuáles son las fuentes de la misma, está contrastada, etc. (en webs como maldita.es  contrastan las mentiras).

Dicho esto, quiero transmitiros algunos de los beneficios que el silencio puede aportar a nuestra salud:

  1. El silencio alivia el estrés. Según el Dr. Craig Zimring, la contaminación acústica contribuye la elevación de la presión arterial y al aumento de la frecuencia cardíaca. El ruido innecesario puede causar malestar y pérdida de sueño. Así como demasiado ruido puede causar estrés y tensión. Las investigaciones han demostrado que el silencio tiene el efecto contrario: liberar el estrés y la tensión del cerebro y el cuerpo.
  2. El silencio tiene algún efecto positivo sobre el organismo, más allá de garantizar la ausencia de taladros y motores. El médico e investigador Luciano Bernardi fue uno de los primeros en responder afirmativamente a esta cuestión, con un estudio publicado en la revista Heart. “Estábamos indagando en los efectos de los distintos tipos de música en los sistemas cardiovascular y respiratorio e introdujimos pausas de dos minutos entre los extractos de canciones. Entonces vimos que los indicadores de relajación humanos se disparaban durante estos episodios, mucho más que con cualquier música o que durante el silencio previo al arranque del experimento”. El efecto positivo del silencio, por tanto, funciona por contraste. Es decir, tan solo dos minutos de silencio pueden ser más relajante que escuchar música «relajante». (1)
  3. El silencio es esencial para regenerar nuestro cerebro. Cuando pasamos tiempo solos en silencio, nuestro cerebro es capaz de relajarse y liberarse. De hecho, muchos de los profesionales que enseñan meditación pueden atestiguarlo y aconsejan a las personas que hagan frecuentes pausas meditativas a lo largo del día. Aunque podemos pensar en el silencio como falta de información, la ciencia dice lo contrario. El cerebro reconoce el silencio y responde a él positivamente. Una investigación realizada por la bióloga regenerativa de la Universidad de Duke, Imke Kirste, descubrió que dos horas de silencio por día impulsan el desarrollo celular en el hipocampo, la región del cerebro relacionada con la formación de la memoria, que además involucra a los sentidos.
  4. El silencio permite que el cerebro le dé sentido a la información. Nuestro cerebro tiene una “red por defecto” que se activa cuando estamos descansando. Esa red se encarga de evaluar las situaciones e información a la que nos hemos expuesto a lo largo del día y las integra en nuestra memoria o las descarta si son irrelevantes Recientemente, investigadores de la Universidad de Harvard descubrieron que esa red se activa de forma especial cuando reflexionamos sobre nosotros mismos, por lo que sería esencial para reafirmar nuestra identidad. Estos investigadores también apreciaron que la red por defecto se activa cuando estamos en silencio y con los ojos cerrados ya que cualquier estímulo del medio que nos distraiga la “apagaría”. (2)
  5. El silencio contribuye a regenerar nuestro cerebro.  Hasta hace poco se pensaba que las neuronas no podían regenerarse y que nuestro cerebro estaba condenado a un declive progresivo e inexorable. Sin embargo, con el descubrimiento de la neurogénesis todo ha cambiado, ahora los neurocientíficos se centran en descubrir qué puede promover la regeneración neuronal. En este sentido, un grupo de investigadores alemanes del Research Center for Regenerative Therapies Dresden han descubierto que el silencio tiene un impacto enorme en el cerebro. Estos científicos comprobaron que en el cerebro de los ratones que se quedaban en silencio durante dos horas cada día crecían nuevas células en el hipocampo, la región del cerebro relacionada con la memoria, las emociones y el aprendizaje. Además, constataron que esas nuevas células eran capaces de diferenciarse e integrarse en el sistema nervioso central para cumplir diferentes funciones. Por tanto, reservar algunos minutos al día para estar en completo silencio podría ser muy beneficioso para nuestro cerebro, ayudándonos a conservar la memoria y a ser más flexibles ante los cambios. (3)

Termino este post con Florence Nightingale, una mujer extraordinaria considerada precursora de la enfermería moderna, que afirmó: “El ruido innecesario es la falta de atención más cruel que se le puede infligir a una persona, ya esté sana o enferma”. Casi dos siglos más tarde, la ciencia ha confirmado que nuestro cerebro necesita el silencio casi tanto como nuestros pulmones el oxígeno.

Fuentes: (1) elpais.com     (2) mundonatura.com   (3) muhimu.es

Si lo deseas puedes mandar tus consultas al siguiente correo: psicopalancia@gmail.com y en menos de 24 h. te responderé personalmente. Francisco Ronda Guillem. Psicólogo Sanitario. Colegiado CV-09038.

CÓMO BENEFICIA EL SENTIDO DEL HUMOR A NUESTRA SALUD

26-02-2018

El pasado día 22 de febrero falleció uno de los más grandes humoristas gráficos españoles, Antonio Fraguas de Pablo, más conocido como Forges, una gran pérdida para todos los que le estimábamos por su inteligente crítica social, tan profunda como respetuosa y tierna a la vez sobre los problemas que nos acucian en el mundo actual y que plasmaba de forma magistral a través de sus viñetas; la pérdida de un gran profesional y una buena persona no sólo por la apariencia sino también por los hechos, según los que tuvieron la suerte de estar cerca de él.

Tras la tristeza que me produjo su fallecimiento, con este artículo quiero rendirle un sentido homenaje ya que su recuerdo me inspiró para escribir sobre los beneficios del humor en nuestra salud.

Aquí de lo que quiero hablar es del sentido del humor desde un punto de vista constructivo, el que nos ayuda a tomar distancia de los problemas, que nos ayuda a relativizarlos, a poner en cuestión algunas reglas que tomamos a veces con excesiva rigidez, el que nos ayuda a reírnos de nuestras propias contradicciones y que podamos hacer reír a los demás, siempre desde el respeto que nos debemos a nosotros mismos y a los demás. Las personas con sentido del humor suelen ser personas que transmiten buena energía y emociones positivas, es decir «buen rollo», lo cual no quiere decir que no puedan ser irónicas e incisivas, siempre desde el respeto, el diálogo y la conciliación.

Algunos de los beneficios que nos proporciona el sentido del humor son, entre otros, los siguientes:

  • Disminuye el nivel de estrés, ya que nos permite afrontar, gestionar y controlar las situaciones estresantes.
  • Incrementa el estado de ánimo, ya que aumentan las emociones positivas contrarrestando las emociones negativas.
  • Favorece la relajación, al reírnos ejercitamos y relajamos la musculatura, mejoramos la respiración y favorece las endorfinas (opiáceos naturales que se generan en el cerebro y que nos producen bienestar).
  • Mejora nuestra salud física, ya que, según muchas investigaciones, activa nuestro sistema inmunológico, incrementa la tolerancia al dolor, disminuye la presión arterial y mejora el funcionamiento del cerebro.
  • Favorece las relaciones sociales, las personas con sentido del humor consiguen transmitirlo a los demás y producen a su alrededor un efecto balsámico Se considera una habilidad social fundamental para mantener relaciones sociales más duraderas.

Después de ver algunos de los beneficios que nos proporciona el sentido del humor, sólo nos falta practicarlo más a menudo, cultivarlo, aprender a reír más, ver la parte cómica de la vida, reírnos de nosotros mismos y de los demás con respeto, además podemos hacer algunas cosas más, como por ejemplo:

  • Sonreír más menudo aunque en ocasiones no tengamos ganas; está demostrado que cuando sonreímos aunque sea de forma forzada, el cerebro no diferencia entre una sonrisa real y una falsa ya que en ambos casos se activan  los mismos músculos de la cara. De esta forma sonreír es una forma de reducir la tristeza, ya que nos puede hacer recordar situaciones o acontecimientos que nos hacen felices.
  • Ver monólogos o series de humor: es una forma entretenida de pasarlo bien y cultivar el sentido del humor, ya que observamos muchas situaciones cómicas de la vida de una forma creativa que nosotros también podemos adoptar en determinadas situaciones.
  • Realizar regularmente actividades gratificantes,  no tienen  por que ser grandes cosas, a veces basta con cantar o bailar esa canción que tanto te gusta y que sabes que te pondrá de buen humor inmediatamente.

En definitiva aprender a utilizar el sentido de humor es esencial para ayudarnos a relativizar los problemas y tomar distancia emocional con respecto a los mismos. El sentido del humor nos ayuda a soportar mejor las contrariedades de la vida, lo cual no quiere decir que tengamos que estar siempre contentos ni de que tengamos que estar riendo todo el rato y en todas las situaciones, como es normal, en la vida hay determinadas situaciones que nos producen dolor, malestar, tristeza o miedo, evidentemente el sentido del humor no va a evitar que lo pasemos mal ante determinadas situaciones pero sí que nos permitirá dar a esos momentos la importancia justa, nos ayudará a superarlos más rápidamente y con un menor coste emocional.

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CAMBIOS QUE MEJORAN NUESTRA VIDA

05-11-2017

La mayoría de personas sabemos, porque somos seres inteligentes, que podríamos mejorar nuestra vida si hiciésemos determinados cambios en nuestra forma  de pensar y de comportarnos, aunque a veces no sea fácil hacerlo, ya que seguramente obtenemos  a corto plazo algún tipo de consecuencia positiva que nos produce satisfacción, placer, recompensa o alivio de malestar, etc. pero que en ocasiones nos pueden producir problemas de salud física y/o psicológica a medio o largo plazo. Lo que resulta más difícil de entender es que sigamos comportándonos de una forma similar cuando nuestro comportamiento tiene consecuencias negativas para nosotros mismos e incluso para los demás y pueda estar afectando a varias áreas de nuestra vida.

Veamos algunos ejemplos:

  • Fumar nos pudo ayudar en su momento a relacionarnos mejor en nuestro entorno social, nos producía placer y nos calmaba o al menos eso creíamos. Sabemos, por toda la información que disponemos hoy en día,  que a largo plazo nos puede producir problemas muy graves e incluso la muerte.  Ahora el hábito de fumar ya no está mantenido sólo por el placer y la calma que sentíamos al principio sino por el malestar que sentimos si no podemos fumar, estamos atrapados en sus garras, somos adictos. Hay personas que piensan que son ellas las que controlan este hábito pero no es verdad en realidad les resulta muy difícil dejarlo.
  • Sabemos que hacer  ejercicio físico de forma habitual es beneficioso para la salud, hay información científica que así lo avala y la mayoría de las personas lo sabemos. Porque muchas personas pudiéndolo hacer no lo hace, a pesar de que sabe que es bueno para su salud. Las causas de este comportamiento pueden ser muy variadas, como las excusas que nos damos o damos a los demás: no tengo tiempo, ya estoy bastante cansado(a) con mi trabajo como para hacer ejercicio, deporte, me duele…lo que sea, etc.  o simplemente porque hay otras actividades que son más cómodas, más fáciles de hacer, no requieren esfuerzo alguno y no cansan, como por ejemplo estar sentados en el sillón toda la tarde del domingo viendo la TV, con el ordenador, la tablet, etc., es mucho menos cansado, es verdad, y en ocasiones puede ser necesario, el problema es cuando este es el comportamiento habitual, y no encontramos momento alguno para hacer algo de ejercicio.
  • Sabemos que alimentarnos de forma saludable es bueno para nuestra salud y que comer en exceso la perjudica, sin embargo en demasiadas ocasiones comemos más de lo que necesitamos y no siempre comemos de forma equilibrada. Como se explica que teniendo tanta información a nuestra disposición no la aprovechemos y comamos de forma más inteligente.
  • Sabemos que nuestros pensamientos negativos, como por ejemplo, el pensar casi siempre en lo peor, nos complica y fastidia nuestra existencia y en muchas ocasiones también la de los demás, ya que trasmitimos nuestra ansiedad y malestar. Si mi hijo, que me suele llamar todos los días a las 8 de la tarde, no me llama es porque algo malo le tiene que haber pasado, sino como se le puede olvidar.

La explicación de estos y otros comportamientos similares se explican por el hábito, es decir por ser conductas aprendidas, que hemos repetido en muchas ocasiones, lo que las convierte  de forma automática es nuestra forma de responder ante determinadas situaciones. La buena noticia es que tenemos la posibilidad de cambiar nuestros comportamientos y/o pensamientos por otros más adaptativos y que nos permitan vivir mejor. Lo podemos hacer de la siguiente manera:

  1. Identificando el pensamiento o comportamiento que nos está causando problemas, por la consecuencias que tiene para nosotros mismos y a veces también para los demás.
  2. Reconociendo que este problema nos está perjudicando actualmente en una o varias áreas de nuestra vida  y que nos puede causar problemas más graves en el futuro.
  3. Queriendo cambiar el pensamiento o comportamiento que nos está perjudicando, es decir, teniendo la firme voluntad de cambiar, ya que de lo contrario, seguiremos pensando o comportándonos de igual forma y consecuentemente obtendremos las mismas o parecidas consecuencias.
  4.  Actuando, es decir, una vez sabemos cuál es el comportamiento o pensamiento problema, sabemos cómo nos está repercutiendo en las distintas áreas de nuestra vida y tenemos la firme voluntad de cambiarlo, tenemos que pasar a la acción. Si tienes dificultades en este último paso y no sabes cómo hacerlo, busca ayuda profesional para que te puedan ayudar.

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GANAR BIENESTAR GESTIONANDO MEJOR NUESTRO TIEMPO

29-04-2017

Llevo muchos años escuchando a muchas personas que les falta tiempo para hacer  esto o aquello, tanto en su vida profesional como en su vida privada, y en bastantes ocasiones no son pocas las tensiones que les produce una mala gestión del tiempo.

Cierto es que se ha escrito mucho sobre este tema, por lo que mi objetivo en este articulo no es otro que el de destilar algunas ideas importantes sobre la gestión del tiempo que espero puedan ser de utilidad, sin entrar en profundidad sobre el mismo ya que hay muchos libros que abordan esta temática.

La falta de tiempo o la sensación que tenemos de no llegar a todo lo que queremos hacer, puede causar estrés y ansiedad, trastornos que ya de por sí abundan en demasía en nuestra sociedad actual y cuyas consecuencias pueden afectar a nuestra salud física, mental y emocional. Por todo lo dicho me parece fundamental realizar una buena gestión del tiempo si queremos ganar en salud y bienestar.

Con el fin de poder realizar una óptima gestión del tiempo será fundamental distinguir entre las distintas tareas o actividades que desarrollemos o queramos desarrollar, sea en el terreno profesional, en el personal o en ambos. Si además lo que queremos es equilibrar y conciliar la vida profesional y personal, será fundamental realizar una óptima gestión del tiempo.

En primer lugar es importante distinguir entre diferentes tipos de tareas:

Tareas urgentes

  • Las tareas urgentes son en muchas ocasiones tareas imprevistas que no podemos controlar. La urgencia es una cualidad asociada al tiempo, que aumenta a medida que nos queda menos tiempo para hacerlas, como en función del volumen de las tareas a realizar. Ejemplos:
  • Entre dos tareas que requieran el mismo o parecido tiempo de realización, la que tenga fecha límite antes será la mas urgente.
  • Entre dos tareas que tengan la misma fecha límite, la más urgente será la que lleve más tiempo hacerla.
  • Una tarea sin fecha límite nunca será urgente.

Tareas importantes

  • Las tareas importantes normalmente las conocemos con antelación y son importante por sus consecuencias, sabemos que al dejarlas de hacer las consecuencias que sufrimos son graves, y éstas son un indicador de que son tareas importantes, La buena noticia es que son tareas que se pueden planificar a medio y largo plazo. La idea es que las tareas importantes no se conviertas en urgentes.

Tareas de bajo rendimiento  (rutinarias)

Son las tareas que realizamos normalmente todos los días que son repetitivas y rutinarias, y que en muchas ocasiones el tiempo que les dedicamos es muy superior al tiempo que les dedicaríamos si las tuviéramos bien identificadas

Tareas de alto rendimiento (relacionadas con nuestros objetivos)

Son las tareas que están conectadas con nuestras metas y objetivos profesionales o personales y es clave tenerlas identificadas y estimar el tiempo que necesitamos para poderlas realizar cada día, semana, etc. ya que de lo contrario las tareas rutinarias nos pueden robar el tiempo necesario para poderlas hacer o bien se conviertan en tareas importantes y urgentes por no haberlas identificado o planificado con antelación, lo cual puede generar más estrés, agotamiento, desmotivación, fracaso, etc.

Aprendamos a reconocer a los ladrones de tiempo

¿Que son los ladrones de tiempo? Puede ser cualquier actividad, persona o circunstancia que interfiere en nuestra actividad y en la consecución de nuestros objetivos, robándonos el tiempo que ibamos a emplear en otra actividad de alto rendimiento y por ello importante para nosotros.

Podemos clasificar a los ladrones de tiempo en tres grupos:

  • Los de nuestros entorno: correos, internet, whatsapp, reuniones poco planificadas, televisión, ruidos, etc.
  • Los producidos por otras personas: visitas imprevistas, interrupciones, falta de puntualidad, llamadas de teléfono, etc.
  • Nosotros mismos: por desorganización, improvisación, falta de disciplina, poca constancia o voluntad, no saber decir no, no tener claras las prioridades, etc.

En definitiva se trata de identificar cuál o cuáles de estos ladrones de tiempo son los que están  interfiriendo en nuestras tareas diarias, cuáles son los que más frecuentemente nos roban más tiempo y para ello será necesario que los registremos durante un tiempo para poder actuar sobre ellos. Es decir si no los definimos, difícilmente los podremos medir, y si no los medimos, es poco probable que los podamos cambiar.

Cómo gestionar el tiempo de manera más eficaz

Una vez identificados los ladrones de tiempo, las tareas importantes, las urgentes, las tareas de alto rendimiento y las de bajo rendimiento, podemos adoptar algunas técnicas y hábitos que nos pueden ayudar a mejorar nuestra salud y bienestar como:

  1. Priorizar las actividades o tareas más importantes es fundamental para tener un buen control de nuestro tiempo sin olvidar dejar un margen de tiempo para posibles imprevistos.
  2. Planificar y programar las tareas que queremos realizar en el tiempo, al día siguiente, a la semana, al mes…  con una asignación realista de los tiempos y teniendo en cuenta posibles imprevistos y los objetivos que queremos alcanzar con las mismas.
  3. Aprender a asignar el tiempo de cada tarea, en el caso de que nos resulte difícil asignar el tiempo de las tareas que realizamos habitualmente, podemos registrarlas durante unas semanas para ver el tiempo que invirtimos en cada una de ellas. Con los datos obtenidos podremos realizar una mejor planificación y programación de las mismas.
  4. Aprender a decir NO, ya que en muchas ocasiones nos sobrecargamos de tareas que no podemos realizar de forma eficiente, y además pueden interferir en nuestros metas y objetivos. Saber decir que NO es un derecho asertivo que debemos ser capaces de ejercer.
  5. Pedir ayuda o delegar  tanto si se trata del ámbito profesional como en el personal, saber qué delegar o para qué pedir ayuda es algo fundamental.
  6. Hacer lo planificado  y no posponer es fundamental ya que si lo retrasamos nos obliga a replanificar todo lo que teníamos previsto.

10 Cosas que no debemos olvidar para realizar una buena gestión del tiempo

  • Define y decide tus objetivos. Como no siempre será fácil definir nuestros objetivos o metas y saber si los hemos alcanzado, un buen método para poderlo hacer es utilizar  los objetivos o metas  SMART del acrónimo inglés que hace referencia a las características básicas que deben tener los objetivos inteligentes:
    • Specific (específico). El objetivo tiene que ser lo más concreto posible. Tenemos que saber qué hacer y cómo.
    • Measurable (medible).  El objetivo debe ser medible, por lo que ha de ser una meta cuantificable. En algunos casos es complicado pero debe ser posible medirlo para poder analizar el resultado y ver si tenemos que cambiar de estrategia.
    • Attainable (alcanzable): El objetivo debe ser ambicioso, un reto para nosotros pero posible. Hay que dar la posibilidad de reajustar los objetivos si hay cambios en el entorno.
    • Realist (Realista): Debemos tener objetivos dentro de nuestras posibilidades (tanto por nuestros recursos disponibles, como por nuestra motivación por lograr dicho objetivo).
    • Timely (Tiempo): Hay que tener establecido una línea de temporal, cada objetivo debe estar definido en el tiempo, ya que nos ayudara a marcar las distintas etapas que nos permitirán llegar a la meta propuesta.
  • Planificar nuestras actividades es fundamental para alcanzar los objetivos o metas que nos propongamos.
  • Asignar a cada actividad o acción el tiempo necesario para que nos ayuden alcanzar nuestros objetivos.
  • Comenzar con lo más importante.
  • Continuar con nuestro programa, salvo que surja algo más importante y seguramente urgente que requiera nuestra atención, teniendo en cuenta que no siempre lo que se nos presenta en la realidad como urgente es importante.
  • Hacerlo ya, no dejarlo para más adelante, no seamos campeones de la procrastinación.
  • Concentrarnos en una sola tarea o asunto a la vez, de lo contrario nos dispersamos y malgastamos energías.
  • Acabar lo que empezamos, resulta fundamental para ir avanzado en la consecución de nuestros obejtivos.
  • Hacer el mejor uso de nuestro tiempo, nuestro próximo minuto, hora, día, semana….
  • Tomarnos tiempo para nosotros, dentro de la gestión del tiempo tenemos que dejar un espacio para nuestro desarrollo personal, para disfrutar de la vida,  del ocio, de la familia, etc.

Estoy convencido de que una buena gestión del tiempo, una gestión inteligente y eficaz del mismo, nos puede liberar de muchas tensiones y del exceso de estrés, cierto es que requiere un esfuerzo pero creo que realmente vale la pena ya que ello repercutirá de forma muy positiva sobre nuestra salud y bienestar.

FOTO GESTIÓN DEL TIEMPO

Si quieres puedes enviar tus consultas al siguiente correo: psicopalancia@gmail.com y en 24-28 horas te responderé personalmente. Francisco Ronda Guillem. Psicólogo Sanitario. Colegiado CV-09038.